Javier, Tomassino y Antonella entran al camarote del capitán sin hacer ruido, casi sin respirar. Contra una pared, está la litera en la que el capitán duerme profundamente. A su lado, hay una silla en la que se ve el uniforme doblado, y encima la gorra de un blanco impecable.
En el enorme escritorio de roble se encuentran la pluma fuente y el papel secante y una llavecita dorada. Y a la izquierda, la caja fuerte. Javier piensa que dentro de cien años será una pieza de museo, un mueble destinado a un remate de época. Lo roza con delicadeza y lo observa. En la parte inferior, apoyada firmemente en el piso lustrado, se ve una puerta con una diminuta cerradura; la parte superior es la caja fuerte en sí. En el centro de la puerta, se ve la rosca de metal con números a su alrededor. Solo la puede abrir quien conoce la combinación. Javier se arrodilla para mirar con detenimiento la rueda de combinación, que apenas se anima a tocar para no meter la pata.
─Seguro que podés abrir esto ─ se repite, nervioso.
La presencia de Tomassino y Antonella lo inquieta. Recuerda alguna película vieja que vio, en que el ladrón mueve la rosca para un lado y para el otro, hasta que suena un clic. Sin embargo, por más que lo intenta, no suena nada. Abrir la caja es la décimo tercera tarea de Hércules. Mira desesperado a su alrededor, como si en alguna parte estuviera la clave. Y entonces repara que entre un conjunto de mapas se asoma un papel un poco arrugado, como si se lo usara con frecuencia. Se levanta casi de un salto, y de entre dos mapas toma la hoja, conteniendo el aliento Allí encuentra un papel con puntos y líneas. Sospecha que eso puede ser una pista para abrir la caja fuerte, ¡un código que debe desentrañar!¡Menuda tarea!
─Piensa, piensa. No puede ser imposible.
Descubre cuál es la clave para abrir la caja fuerte del capitán.
Ir al reto 5
¿Todavía no estás participando de esta competencia?